Muchos pacientes nos preguntan cuál es la edad apropiada para empezar un tratamiento de ortodoncia en sus hijos, y si todos los dientes de leche se deben haber caído para que empecemos con el tratamiento. La respuesta es que no debes esperar hasta que se caigan todos los dientes temporales, porque es probable que hayas perdido el mejor momento para corregir su mordida.

Hoy en día, el mejor enfoque implica dos fases de tratamiento para los dientes. Por lo general, remito a mis pacientes más jóvenes a mi ortodoncista a los 8 años. No hay nada de malo en ver a una ortodoncista demasiado pronto, pero hay mucho daño en verla demasiado tarde.

A la edad de 8 años, puede ser demasiado pronto para recibir tratamiento, pero no es demasiado pronto para determinar el plan de tratamiento correcto durante estos años de transición  en los que se cambian los dientes temporales por los permanentes. Este “cambio” es el momento en que los dientes adultos salen y los dientes de leche se caen al mismo tiempo.

Lo que tu ortodoncista considerará es el crecimiento de sus maxilares. Por ejemplo, ¿se mantiene igualado el hueso de la mandíbula con el hueso del maxilar superior en términos de crecimiento? Muchas veces, el hueso de la mandíbula crecerá más rápido que el otro y la detección temprana y el tratamiento de esta situación darán lugar a un mejor resultado que si se tratara más adelante cuando todos los dientes adultos hayan erupcionado.

Cuando ambos maxilares están alineados correctamente, se necesita menos movimiento de los dientes, lo que significa un tiempo de tratamiento más corto y menores probabilidades de recaída. Por eso tiene dos fases el tratamiento de ortodoncia para corregir las malposiciones de los dientes.

En el peor de los casos, la ortodoncista lo verá, verá que los maxilares están creciendo en armonía, y ella lo planificará para que podamos actuar en el momento apropiado. Esto te dará la tranquilidad de que no perderás esa ventana de tiempo óptima para corregir su mordida.

Al asegurarse de que el hueso del maxilar superior e inferior crezcan de forma equilibrada, la segunda fase con brackets es un proceso más simple y más corto, con menos posibilidades de recaída en el futuro. La recaída ocurre cuando los dientes vuelven a su posición de apiñamiento original a medida que creces y te conviertes en un adulto.

En otras palabras, la fase temprana de la ortodoncia permite conseguir la cantidad correcta de espacio en la boca para los dientes definitivos que tienen que erupcionar, de modo que cuando salgan, tengan espacio para estar en la posición adecuada. Esto hace que la fase dos sea un proceso más simple y más corto, ya que los maxilares superior e inferior están alineados correctamente.

Una manera de explicarlo de otro modo sería esta: imagina construir un cohete y volar a la luna. El plan de vuelo que determines desde el principio nos dirá si tiene o no posibilidades de éxito para aterrizar en la luna. Un buen tratamiento en la fase 1 determinará un aterrizaje lunar exitoso en la fase 2, porque habrás previsto  todo correctamente. Una vez que se lance ese cohete, no hay posibilidad de cambios en el plan de vuelo hasta que haya completado su viaje. Determinar ese plan de vuelo a los 8 o 9 años nos garantiza un aterrizaje lunar exitoso a la edad de 12 o 13 años.

No esperes hasta que todos los dientes temporales de tu hijo se hayan caído, porque es posible que entonces hayas perdido un tiempo precioso e irrecuperable para el inicio del tratamiento y corregir así las maloclusiones de tu hijo.