La ortodoncia no solo nos ayuda a tener una sonrisa más bonita sino también a mejorar problemas de mordida y de salud bucal en general, pero puede resultar un poco molesta y ocasionarnos algún problema de salud bucodental si no la cuidamos de forma adecuada. Por eso, tanto para prevenir molestias como para hacer más agradable el tratamiento en general, la alimentación es un aspecto clave a tener el cuenta durante el tiempo que llevemos aparatos.

Si la ortodoncia que llevamos es fija (brakets) los primeros días de adaptación al aparato es recomendable seguir una dieta blanda basada en: líquidos, yogures, purés y alimentos fáciles de masticar y tragar como hervidos o tortilla francesa.

Una vez pasado este periodo, igualmente hay que prestar especial atención al tipo de alimentos que vamos a incorporar a nuestra dieta, para que estos no interfieran con el tratamiento en el sentido de que no puedan deformar o desprender el aparato.

Los trozos pequeños es la norma básica, tanto para carnes, hortalizas o frutas. Es mejor partirlas en piezas muy pequeñas para que muelas y dientes tengan que ejercer la menor presión posible. Mejor si la fruta la pelamos antes, para que la piel no se quede enganchada en los aparatos y otro truco es cortar las hortalizas en sentido perpendicular a sus fibras, eso facilita la masticación. También se recomienda que las carnes fibrosas se preparen en forma de albóndiga o hamburguesa, porque se consigue así una textura más suave y además las fibras no se quedarán entre los brackets.

Y aunque para llevar una dieta saludable hay que comer de todo de forma equilibrada, hay ciertos alimentos que durante el tratamiento odontológico es mejor reducir su consumo.

Entre ellos están los frutos secos o alimentos duros o enteros, ya que requieren mayor esfuerzo de masticación y pueden mover las sujeciones. Además en el caso de los alimentos crujientes, al masticarlos se parten en múltiples trocitos que quedan entre los dientes y los aparatos dificultando la higiene bucal.

Se recomienda de mismo modo evitar los alimentos ácidos (frutas cítricas, piña, tomate, vinagre) porque pueden erosionar el esmalte. Además, en caso de tener aftas, se recomienda evitar los alimentos y líquidos irritantes o muy calientes.

Fuente: https://www.vitis.es/blog/habitos-alimenticios-para-personas-con-ortodoncia/