Adornar nuestra boca está de moda, pero están contraindicados para llevarlos en la boca  y hacerlo sin seguir unas pautas de higiene posteriores adecuadas puede acarrearnos serios problemas. La perforación de partes de la cavidad bucal puede afectar al habla, la masticación o la deglución y, además, provocar diversas complicaciones. Las principales son:

  • Infección: En la boca están presentes numerosas bacterias que facilitan el desarrollo de una posible infección.
  • Daños en las encías y el esmalte: El roce de los piercings contra los dientes o encías puede provocar recesión gingival, lesiones o llagas y erosionar el esmalte dando lugar a dientes sensibles y/o rayados.
  • Posibilidad de fracturas: al llevar un objeto metálico en boca es más probable que alguna pieza dental pueda romperse si se produce algún accidente o golpe.

¿Cómo prevenir las complicaciones asociadas a la colocación de un piercing? 

  • Mantén la zona siempre perfectamente limpia y elimina cualquier resto de comida para evitar así la aparición de infecciones. Para ello, es imprescindible llevar a cabo una higiene bucodental cuidadosa y completa después de cada comida:
    • Realiza un cepillado adecuado durante al menos 2 minutos con un cepillo de filamentos suaves.
    • Seguido de la limpieza interproximal con cintas y sedas dentales con cera que eliminarán la placa bacteriana de las zonas entre dientes a las que el cepillo no llega y, gracias a la cera, serán suaves con las encías y se deslizarán más fácilmente en caso de que el piercing dificulte su acceso.
    • Completa cada cepillado con el uso de colutorios que eviten la formación de placa bacteriana y, al mismo tiempo, protejan la mucosa oral.
    • Si el piercing te roza en alguna parte de la cavidad bucal puedes utilizar la cera protectora para ortodoncia pero solo de forma puntual, si el piercing bucal te provoca heridas o llagas constantes acude a tu dentista para que lo valore.
  • Lávate las manos siempre antes de tocar el piercing o la zona perforada.
  • Evita realizar movimientos bruscos, retira el piercing si vas a practicar deporte y no juegues con él ni la estires, ya que podrías provocarte lesiones o fracturas.
  • Asegúrate de que las piezas del piercing están siempre totalmente ajustadas para evitar tragártelas o atragantarte con ellas.
  • Ve al dentista con regularidad y acude a él de forma inmediata si notas alguno de los síntomas de infección como enrojecimiento, punzadas, hormigueos, dolor, inflamación o fiebre.

Fuente: https://www.vitis.es/blog/piercings-problemas-salud-bucal/